Tuesday, January 04, 2011

SALMO DEL ELEGIDO



En los umbrales de tu nombre

un argonauta contempla,

Entre vuelos migratorios

una flota de navíos;

Augura parabienes a tu estirpe.


Tus ancestros dictaminan:

Perdurarán tus razones,

Puras como la sal y el agua,

Estableciendo la ancha liturgia

de las espléndidas rutas y el rocío.


En la luna de tu frente,

Un siglo de plenitud presagia

la arcana emperatriz de las barajas

Y te corona con pétalos y símbolos,

Bajo la opulenta sombra

del más anciano de los olivos.


Una gitanísima caravana

se detiene en tu comarca,

El rey de los trashumantes,

Declara como rotundos y ciertos

los dones de tu bondad

y le regala a tu garganta

un sacro sistro de cristal.


La Sibila de las palmas

subraya la línea de tu vida,

Anuncia tiempos favorables:

Serás agasajado bajo las tiendas,

Vendrá una mujer vestida de bodas,

A deshojar junto a tus sábanas

su túnica más bella.


Los astrólogos sentencian

en la vasta llanura de tus sueños,

Una conjunción propicia,

Observan esa avenida láctea

que va de tu corazón a tu cabeza,

Con firmeza instan astros huidizos,

Alteran órbitas de cometas ebrios.


En los capiteles de tu nombre

sobrevuelan águilas reales,

En los vallados florece

el báculo de los peregrinos.

Desde sus ojivas caen los miedos,

Como una sola llovizna verde.

1 comment:

José Valle Valdés said...

Magnífico, amiga, mucha poesía en tus poemas. Beso