Todo lo he olvidado;
salvo aquella boca
que me encontró tendida paciendo sueños
en la trastienda de un herbolario sacro,
húmedo de otoños medicinales.
Todo lo dejé de lado;
salvo esta horquilla de bengalas
que sujeta pájaros a mi nuca,
y prodigios altamente inconfesables
en la trenza de mis sueños mástiles.
Todo lo he olvidado pero a veces,
a mansalva, sin advertencias previas
surgen cábalas incendiarias,
ciertos perfumes de dicha venenosa.
3 comments:
¡¡¡Magníficas imagenes que pueblan tu alma y se insertan jubilosas en quien a leerte llega!
Un ramillete de violetas embebidas en LUZ.
Fascinante....
Magnífico, amiga. Beso
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