BARBAZUL
Puedes
oler el miedo,
Lo oyes
avanzar gota a gota
sobre
tu frente inclinada ante lavazas o verduras.
Puedes
oler el miedo desprovista,
Sin
ángel de la guarda.
Es otro
día de harapos y manantiales tóxicos,
De la
repetición sin tregua de las torres de la ira.
¡Silencio!
Se
avecina una tormenta.
El río
de la locura posee territorios de aguas venenosas
y
desovan mosquitos bajo la piel incubando odios.
Barbadura,
Barbazúl,
Se
acerca en el tranvía apestando a vino rancio,
A
gasolina y goma de neumáticos.
Gruñen
sus sólidos zapatos en la grava del jardín,
Y
mientras hace girar la llave:
Te encoges
como una caracola.
1 comment:
Bien me resulta el poema, amiga.
Beso
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