CÁNDIDAS
Fuimos advertidas:
“No pondremos leyes dentro de vuestra sangre,
Ni el perfil de la usura rozará vuestros corazones.
Tiéndanse en nuestra orilla;
Vuestro extenso soñar no poseerá cabalgadura.
Seréis un salmo en nuestras palmas,
Seréis nuestra lámpara de adviento.
Ríanse de los maléficos epílogos,
Salten el miedo y derriben sus torres de vidrio”
Nosotras advertimos:
La mentira fue sorbo de láudano,
Una carcajada de arsénico miserable.
1 comment:
Me resulta un buen poema, amiga. de muy buen gusto.
Beso
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