Prisionera del miedo
apacenté tus orugas.
En las ramas de la morera
vi sentencias y verdugos.
Presentí canciones
debajo de la infamia,
entonces recogí tu luz
mi más omnipotente seda.
Resides en mi corazón
asido a sus lámparas,
junto a sacros felinos
que mansos lo circundan.
3 comments:
Hola Wilma. Muchas gracias por tu comentario en mi blog. Hermana chilena, tus letras me han gustado mucho y espero mantener el contacto. Muchas gracias, nuevamente y saludos desde la Patagonia Argentina!!
Que bien combinas las imágenes...sin extravagancias. Ese trozo de seda es precioso y, claro, se asocia al gusano, en suma, a las orugas mencionadas. Hermético texto, bellamente expresado. Ha de ser un tema muy importante para ti ya que sólo lo insinúas en medio del discurso. Muy íntimo tal vez.......y allí sobreviene la ecrucijada del poeta: mostrar o no mostrar más?
Te dejo mis saludos y parabienes parati!
Magnífico, amiga, bella sintesis.
Beso.
Pichy
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